En la última jornada de la Liga de fútbol bellavistense se disputó el partido entre Defensores de San Roque y Rivera de Bella Vista, en el que ganó por 2 a 1 Rivera. El encuentro se dio en el marco de la una semifinal y bajo el arbitraje de Jenifer Ojeda. 

Tras perder el partido, Villalba dialogó con el medio local Potrero TV en el que brindó una serie de declaraciones que destapan una vez más, la violencia machista anidada en el fútbol argentino. “Es insólito que te pongan en la semifinal a una señorita”, expresó. 

El director técnico comentó que, de los diez offside cobrados, según él tres no lo eran. A la par, que fue un partido complejo en el que incluso se quedaron sin un jugador. En este contexto más el marco de la semifinal, para Villalba no era el partido indicado para colocar a una mujer en el arbitraje. 

“Si tienen que agarrar confianza, mándale en el campeonato no acá donde uno se juega muchas cosas”, dijo. Para luego agregar que “por ahí uno no quiere faltar el respeto, entonces se la aguanta. Capaz con que si está un hombre por ahí se va más de frente y le puede decir las cosas y va a entender, pero a una dama no se le puede decir nada”. 

Estas declaraciones no sólo demuestran el sistema patriarcal que enlaza a todo el fútbol nacional, sino que además es ejemplo de la violencia que se vive en los partidos y que lamentablemente son moneda corriente en cada encuentro. Violencias que van desde lo físico hasta las agresiones verbales dentro del campo de juego, y que luego se replican en las hinchadas ya sea dentro o fuera de las canchas. 

Al decir que “si está con un hombre por ahí se va más de frente”, refuerza el pacto de “machos”, el hecho de ir frente a frente para reforzar la hombría que impone el sistema patriarcal. Hombría que debe ser permanentemente demostrada y consolidada para seguir mostrándose como un “hombre fuerte” ante la sociedad. Así lo explica la psicóloga Nilda Sanz (M. P. 153)

Claramente la calidad de profesionalismo no radica en el sexo biológico de una persona o en su autopercepción. Este pre concepto arcaico de que cada profesión se ha creado para un sólo sexo en el binarismo, y que el opuesto no puede realizarlo debe terminar. No sólo porque es una idea errada sino porque, además, sigue promoviendo estereotipos de género en un país que ha avanzado mucho en legislaciones en la materia. 

Tras el revuelo de sus dichos, Villalba realizó nuevas declaraciones. "Fue en un momento de calentura. Yo jamás discriminaría a la señorita porque quiero que el fútbol esté abierto para que mi hija juegue el día de mañana", sostuvo.

Según él "en ningún momento la declaración fue directa a la discriminación. El que juega al fútbol sabe que las revoluciones están a 2.000 y por ahí uno no piensa. Cuando uno está en frío piensa realmente y ve lo que causó.” En la entrevista con el portal Radio Bella Vista culminó expresando que “pido disculpas por la declaración, fue un momento de tensión. O yo me expresé mal o se entendió mal”.

Por su parte Jenifer Ojeda, quien se desempeñó en el arbitraje, también realizó una serie de declaraciones para el mismo medio. Ella sostiene que los dichos de Villalba fueron un acto discriminación hacia la mujer. “Es una locura, con este tipo de comentarios te bajan el ánimo y no te dan ganas de seguir haciendo lo que te gusta", manifestó. 

Explicó que desde la tribuna siempre recibe comentarios machistas, pero que hace “oídos sordos” porque le gusta su trabajo. Sin embargo, destacó que, si los comentarios provienen desde el ámbito de la cancha, donde se está desempeñando, la situación es fea. Remarcó que colegas se han solidarizado con ella y se han reunido para tomar las medidas correspondientes ante las autoridades competentes.