EMERGENCIA
El suicidio como síntoma de una crisis estructural
Un informe del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral revela cifras alarmantes sobre el suicidio en jóvenes argentinos.
En el marco del Día del Estudiante, el 21 de septiembre de 2025, el Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral presentó el informe titulado “Estudiantes argentinos: un llamado a la prevención en salud mental de adolescentes y jóvenes”. Este estudio, liderado por las investigadoras Dra. Rocío González y Dra. Victoria Bein, expone datos alarmantes sobre la salud mental de adolescentes y jóvenes en Argentina.
Según el informe, en 2023, el suicidio se convirtió en la principal causa de muerte entre mujeres de 10 a 19 años, superando a los tumores y accidentes. Además, se registró el número más alto de suicidios desde 2017 entre los jóvenes de 20 a 29 años. En total, se contabilizaron 1.030 casos en este grupo etario en 2023.
El estudio también destaca que la falta de habilidades socioemocionales, el aislamiento, la presión social y el bullying incrementan los riesgos de suicidio en adolescentes y jóvenes. Las investigadoras enfatizan la necesidad de abordar la salud mental como un eje transversal del proceso socioeducativo, no como un complemento.
Este panorama se enmarca en una crisis económica y social que afecta especialmente a los sectores más vulnerables. Desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, se implementaron políticas de ajuste fiscal severo, eliminación de subsidios y reducción del déficit. Aunque inicialmente se logró una disminución de la inflación y estabilización del tipo de cambio, las medidas también provocaron un aumento del desempleo, pérdida de poder adquisitivo y cierre de comercios.
La combinación de crisis económica, inseguridad laboral y falta de políticas públicas efectivas ha generado un caldo de cultivo propicio para el aumento de trastornos de salud mental y suicidios. La ausencia de contención emocional y la escasa formación en habilidades socioemocionales agravan la situación.
Es urgente que el Estado asuma su responsabilidad en la prevención del suicidio, implementando políticas públicas que aborden las causas estructurales del problema y brinden apoyo a quienes lo necesiten. La salud mental debe ser una prioridad en la agenda política, especialmente en tiempos de crisis.