El presidente ecuatoriano Daniel Noboa fue reelegido este domingo con el 56% de los votos, superando a la candidata correísta Luisa González, quien obtuvo el 44%. 

Con esta victoria, Noboa asegura un mandato completo de cuatro años, tras haber asumido en 2023 por un período extraordinario. La jornada electoral estuvo marcada por denuncias de fraude por parte de González, aunque sin pruebas concluyentes, y por una participación ciudadana superior al 83%.

Durante su primer mandato, Noboa implementó medidas de seguridad que incluyeron la declaración de “conflicto armado interno”, la militarización de las calles y cárceles, y la imposición de toques de queda. Estas acciones, inspiradas en el modelo de El Salvador, fueron justificadas como necesarias para combatir el crimen organizado. 

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han denunciado abusos militares, detenciones arbitrarias y torturas en centros penitenciarios.

En el ámbito económico, Noboa ha impulsado políticas neoliberales, incluyendo un acuerdo con el FMI por 4.000 millones de dólares, el aumento del IVA del 12% al 15%, y propuestas de privatización de sectores clave. 

Estas medidas han sido criticadas por profundizar la desigualdad y afectar a los sectores más vulnerables de la población.

La reelección de Noboa representa una consolidación de un modelo autoritario y neoliberal en Ecuador. Su enfoque de “mano dura” ha generado preocupación por el debilitamiento de las instituciones democráticas y el aumento de la represión estatal.

Aunque ha logrado reducir ciertos índices de criminalidad, las denuncias de violaciones a los derechos humanos y el descontento social sugieren que su gobierno podría enfrentar crecientes desafíos internos y externos en los próximos años.