A un año de la desaparición de Loan Peña, lo más grave no es solo que el niño siga sin aparecer, sino que la Justicia no tiene una hipótesis oficial sobre lo que ocurrió. La causa está fragmentada, con procesamientos parciales, versiones desmentidas pero no reemplazadas, y fuertes acusaciones cruzadas entre el poder judicial y actores del campo popular.

Por un lado, la jueza federal Cristina Pozzer Penzo insiste en que la investigación sigue activa y que se elevó a juicio una parte del expediente con imputaciones por sustracción y encubrimiento. Por otro lado, la abogada de Gabriel Soria, "el americano", Sonia López afirma que el proceso estuvo manipulado desde el principio por intereses políticos, se persiguió a quienes marcharon y se evitó investigar a funcionarios del gobierno de Corrientes.

“No se sabe dónde está, ni cómo salió de 9 de Julio”

“El caso Loan no tiene hipótesis. Eso es lo que falló el sistema judicial”, declaró Sonia López. Para la abogada, el Poder Judicial no logró superar el círculo de responsabilidades del almuerzo del 13 de junio de 2023. Y en lugar de seguir la “ruta del niño”, centró sus esfuerzos en una cacería de testigos y militantes:

“No hay una reconstrucción del hecho, no se estableció un camino, ni siquiera una hipótesis de lo que pudo haber ocurrido. Se quiso imponer la idea del accidente, pero fue descartada. Lo que no hay es una hipótesis alternativa. Y eso es gravísimo”.

El poder político fuera de foco

En paralelo, López denunció que el caso fue utilizado y luego blindado por el poder político provincial. Asegura que se protegió a funcionarios como el senador Diego Pellegrini, y "amigos del poder", como el abogado Codazzi,  mencionados por Laudelina Peña como parte del plan para desviar la investigación con su declaración falsa, y que el propio gobernador Valdés replicó en X la versión del accidente mediante un tuit que luego fue eliminado.

“El gobierno se apropió de la familia, los alejó del pueblo y los utilizó para desactivar las marchas. La Justicia nunca los citó a declarar, y los medios oficialistas ayudaron a construir un cerco de impunidad”, denunció.

En una entrevista reciente, la jueza Pozzer Penzo reafirmó que la investigación sigue activa, con 17 personas procesadas, alertas internacionales activadas y múltiples medidas de prueba. No respondió sobre las acusaciones por persecución ni sobre las presiones políticas en la causa. Tampoco mencionó el hecho de que la causa no tiene una hipótesis clara ni oficial sobre qué pasó con el niño.

La causa Loan se convirtió en un espejo de la institucionalidad argentina. No hay niño, no hay verdad y no hay hipótesis. La jueza afirma que el proceso sigue su curso. Por otro lado denuncia que la Justicia eligió no investigar a los poderosos. Y en el medio, un pueblo que marchó y fue perseguido, y una familia coptada. A un año, la herida sigue abierta y el silencio judicial es un grito de impunidad.