ANáLISIS
El Chaco votó poco y definió mucho
El oficialismo de Zdero no concretó en números la elección que esperaba, incluso aliado con LLA; los libertarios no consolidaron su sello propio y el peronismo dirimió su interna en las urnas.
Un análisis de Nueva Mirada
Las elecciones legislativas de este domingo en Chaco terminaron con una victoria para la alianza Chaco Puede + La Libertad Avanza (LLA), que obtuvo el 45,19% de los votos, seguida por el Frente Chaco Merece Más de Capitanich con el 33,66%, y Primero Chaco con el 11,25%. En la distribución de bancas legislativas, los tres espacios lograron 8, 6 y 2 escaños respectivamente.
El dato más llamativo fue la baja participación: solo votó el 51% del padrón. Una señal del creciente desencanto social con la política, pero también un contexto en el que emergieron claves para entender el nuevo mapa del poder provincial.
Uno de los hechos más relevantes fue la consolidación de un sector del peronismo encabezado por la intendenta de Barranqueras, Magda Ayala. Su armado territorial la posicionó como una figura bisagra en la Legislatura: no fue la más votada, pero sí la más influyente.
Su espacio, que impulsa la "renovación peronista", resultó clave para el desempeño del Frente Chaco Merece Más en elecciones anteriores. Si este sector del peronismo se hubiese sumado a Capitanich en éstas elecciones, lograría un empate técnico con el oficialismo.
La Libertad Avanza, por su parte, mostró sus límites. Aunque intentó erigirse como alternativa, no logró consolidar un sello propio ni capitalizar la ola nacional. Su dependencia de la estructura de Leandro Zdero terminó siendo más un lastre que una ventaja: al aliarse con el gobierno provincial, perdió su diferencial “anticasta” sin aportar músculo real.
Zdero, que había ganado la gobernación hace apenas unos meses con el 46,20% y una participación del 73%, no logró repetir esa fuerza: ahora, en alianza con LLA, obtuvo menos votos (45,19%) con una participación mucho más baja. El dato no es menor: revela un desgaste temprano en apenas 16 meses de gestión. Un llamado de atención para un oficialismo que creyó contar con más capital político del que realmente conserva.
Con este panorama y sin mayorías absolutas, el funcionamiento de la nueva Legislatura dependerá de los acuerdos. Especialmente de los que pueda construir el Frente Chaco Merece Más. Allí, el espacio de Magda Ayala será clave para inclinar la balanza legislativa en un escenario más fragmentado que nunca.