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Murió el genocida Etchecolatz sin decir nada sobre Julio López

El fallecimiento del represor, que estaba internado con custodia policial en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel, fue confirmado por fuentes de las querellas en su contra

El ex director de la Policía Bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz, falleció este sábado a los 93 años. Fue mano derecha del general de brigada Ramón Camps, durante la última dictadura cívico military su figura será recordada en la historia argentina por ser uno de los principales responsables y ejecutores del período más oscuro del país.

Etchecolatz murió a las 5.30 en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel, donde se encontraba internado con custodia policial, informaron a Télam fuentes de las querellas en su contra.

Tras conocerse la noticia, distintas personalidades de la política y los derechos humanos se expresaron respecto de la muerte del represor. 

Nacido en la ciudad de Azul el 1 de mayo de 1929, Etchecolatz muere con múltiples condenas a prisión perpetua, acusado por diversos crímenes de lesa humanidad, mediante una serie de sentencias dictadas entre los años 1996 y 2022, que fueron unificadas en una pena única de reclusión.

La novena condena a cadena perpetua le llegó en mayo de este año cuando el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata lo condenó por los secuestros y torturas de siete personas en el excentro clandestino de Pozo Arana, entre ellas el albañil Jorge Julio López, y los asesinatos de cuatro de esas víctimas, entre ellas Francisco López Muntaner, uno de los estudiantes secuestrados en La Noche de los Lápices.

Su nombre quedó asociado también con la desaparición de Jorge Julio López, en plena democracia, luego que la declaración judicial del albañil en 2006 como testigo fuera determinante en una causa en contra del ex policía, y por la cual fue condenado a reclusión perpetua.

López es uno de los desparecidos en democracia. Desde el 2006 no se sabe dónde esta, justo después de declarar en contra de Etchecolatz. 

Es icónica la imagen de Etchecolatz sosteniendo un papel con el la inscripción de Jorge Julio López mientras el albañil daba su testimonio en el juicio que determinó la responsabilidades del represor en torturas y desapariciones de decenas de militantes políticos. 

Años después, el 24 de octubre de 2014, el represor y otros 14 exmilitares fueron condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino La Cacha.