En Resistencia, se debatieron las consecuencias del ajuste y se reclamó por salarios, paritarias y una nueva ley de financiamiento.

En el marco de la jornada nacional de lucha convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) realizó un cabildo abierto en el campus de Resistencia. 

La actividad reunió a estudiantes, docentes, no docentes y organizaciones sociales para debatir las problemáticas sociales, económicas y educativas que afectan al país y al Nordeste en particular.

El evento fue parte del paro nacional universitario de 48 horas que incluyó medidas en todo el país: clases públicas, tomas de facultades, movilizaciones y abrazos simbólicos a instituciones educativas. La comunidad universitaria exigió la aprobación de una nueva ley de financiamiento, mejoras salariales urgentes, apertura de paritarias, continuidad de becas y beneficios estudiantiles.

“Las universidades no son el problema, son la solución”, expresaron desde la organización del cabildo, impulsado por gremios como ADIUNNE, CODIUNNE y la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU). En un documento conjunto, afirmaron que el actual modelo económico “asfixia” al sistema universitario y pone en riesgo su funcionamiento.

Desde diciembre de 2023, las universidades vienen denunciando el congelamiento del presupuesto, la caída del salario real y la falta de diálogo por parte del Gobierno nacional. La situación se agravó tras el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada previamente en el Congreso.

La jornada tuvo fuerte impacto en distintas ciudades del país. En Buenos Aires, la movilización central partió desde Plaza Houssay hasta el Palacio Sarmiento. En Córdoba, Rosario, La Plata, Jujuy y Tucumán también se registraron actividades y movilizaciones masivas.

En Resistencia, el cabildo abierto funcionó como espacio de encuentro y deliberación, donde se renovó el compromiso con la defensa de la educación pública, gratuita, inclusiva y federal. Además, se impulsó una campaña de firmas para exigir el tratamiento urgente de una nueva ley de financiamiento y el cumplimiento de derechos laborales en las universidades.