Al filo de concretar el peor papelón político de los más de dos años y medio de Gobierno del Frente de Todos, una comunicación entre el presidente y su vice permitió el nombramiento de Silvina Batakis para reemplazar a Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía.

Resulta increíble que en medio de la peor crisis que le tocó afrontar en su gestión, Alberto Fernández se haya tomado 30 horas para hablar con Cristina Fernández de Kirchner y consensuar el nombre de su nueva ministra de Economía.

Atrás quedaron las especulaciones que se tejieron desde el sábado por la tarde, una vez consumada la renuncia de Guzmán, sobre el desembarco de Sergio Massa como superministro.

A esta altura de los acontecimientos, no se puede distinguir qué fue operación y qué verídico de las innumerables versiones que circularon durante el sábado por la noche y todo el domingo.

Lo cierto es que Massa llegó a las 11 horas del domingo a la Quinta de Olivos para cerrar su llegado al Poder Ejecutivo, y se mantuvo allí hasta casi la noche, salvo unas horas en las que volvió a Tigre.

Se especuló que iba a ser el nuevo jefe de Gabinete y que colocaba a un hombre de confianza (Marco Lavagna o Emmanuel Álvarez Agis) en el Ministerio de Economía. Asimismo, se dejó correr la versión de una reestructuración mayor del equipo de Gobierno, con fusión de algunas carteras incluidas.

A la propuesta y negociación encabezada por Massa con el presidente, le faltaba una parte importante: la aprobación de Cristina. A lo que se sumó la resistencia de los gobernadores al avance de semejante cambio sin ser consultados.

La falta de apoyo político y la presión para que se reestablezca el diálogo entre presidente y vice, empantanaron la negociación. Hasta que Fernández hizo lo que se resistía hacer: hablar con Cristina Kirchner.

Luego de una conversación que no fue con los mejores modales, ambos líderes de la coalición gobernante consensuaron el nombre de Silvina Batakis. Fue en un momento límite, que evitó que el país afronte un lunes con los mercados funcionando sin una persona al frente del Ministerio de Economía.

En medio de una corrida cambiaria, que todavía no fue controlada, hubiese sido suicida iniciar la semana sin ministro o ministra de Economía.

Batakis es una reconocida economista, que acompañó a Daniel Scioli durante sus ocho años como gobernador de Buenos Aires y en el último tiempo ocupó un rol importante en el Ministerio del Interior junto a Wado De Pedro.

Es la última oportunidad para el Frente de Todos de dejar atrás sus desaciertos en la gestión y las rencillas internas, y encarar el último año y medio de Gobierno de la mejor manera para llegar con expectativas a las elecciones del 2023.

Para ello, deberá detener el Golpe de Mercado que los poderes fácticos están llevando adelante, controlar de una vez la inflación, y avanzar con la demorada redistribución del ingreso que permita una recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras.